Acción multitudinaria

La 3ra. Marcha Nacional en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales, en Montevideo el pasado 11 de octubre, contó con la participación de unas 10.000 personas, 120 jinetes a caballo, 8 carritos, 3 tractores, decenas de organizaciones sociales y miles de particulares a pie. La movilización recorrió la Avenida 18 de Julio, desde el Obelisco hasta la Plaza Independencia, para culminar en la Plaza Libertad donde se leyeron la proclama de las organizaciones convocantes y los saludos recibidos.

Versión de los medios

«Miles de personas junto a 120 jinetes se manifestaron este jueves por la principal avenida de Montevideo en defensa de los recursos naturales de Uruguay, en el marco de la tercera marcha nacional convocada por más de 30 agrupaciones sociales de todo el país.» AFP (Agencia France Press)

«La tercera marcha nacional en defensa de la tierra y los bienes naturales, compuesta por unas 2000 personas, partió a la hora 17 desde el Obelisco y llegó hasta la Torre Ejecutiva, en Plaza Independencia.» El Observador

«La tercera marcha de alcance nacional triplicó la asistencia de la primera. Cerca de 200 paisanos a caballo, una docena de carros, un tractor insignia y miles de personas de a pie (…) ocuparon ocho cuadras de la principal avenida céntrica de Montevideo.» El País

«A caballo y a pie, productores y habitantes de distintas localidades del país se manifestaron en Montevideo en la 3ª Marcha Nacional en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales.» La Diaria

«Marcha Nacional en defensa de la tierra, del agua y de los recursos naturales, realizada en el día de ayer que congregó a miles de orientales que recorrieron 18 de julio.» La Juventud

«Una de las más multifacéticas marchas de los últimos tiempos, se registró este jueves en la avenida 18 de Julio, cuando unas 2000 personas, convocadas bajo el lema: “No se vende, la tierra se defiende”, reclamaron por aspectos vinculados a la protección del suelo nacional.» La República

Comentarios de a pie

Algunas expresiones espontáneas recogidas a lo largo de la marcha:

+ «después de ésta, vuelvo a confiar en la lucha»
+ «qué bárbaro, esto sí que es UNIDAD en la diversidad», y
+ «uyyy, cuánta variedad, ¿hasta cuándo todos juntos?»
+ » mucha dureza en algunos carteles… pero es lo que se siente, ya estamos cansados que no nos escuchen»
+ «hay alegría e imaginación»
+ «se termina con esta el silencio en las movilizaciones…»
+ «hace tiempo que no veía algo así»
+ «¿viste? si explicamos, la gente entiende perfectamente de qué se trata»
+ «si se fueran ahora, no podrán decir que es porque bajó el precio del hierro, saben que le espera más lucha»
+ «en Argentina no se dio así al comienzo, pelearon mucho después de instaladas, aquí se la tienen que ver antes con la gente!»
+ «los uruguayos nos proponemos lo «imposible» y todos juntos lo logramos aunque nos ninguneen»
+ «no creí que iba a venir tanta gente!! esto es buenazo, cuánto sacrificio, vinieron de todos lados…emocionante»
+ «a los trabajadores hay que ganarlos…no pueden cambiar ‘empleos por muerte'»
+ «hay que decir basta, destruyen el planeta y a la gente»
+ «esto es como la lucha por el AGUA…que se cuiden, porque esta la pierden también»
+ «nos nos perdemos ninguna…Bella Unión está presente en defensa de la tierra y el agua»
+ «al fin el pueblo esta reaccionando frente a tanto desastre»

Proclama del 11 de octubre de 2012

Estamos Aquí Para Convocar A Todo El Pueblo Oriental

SOMOS:

Productores y trabajadores rurales organizados de Artigas, Canelones, Cerro Largo, Durazno, Florida, Rivera, Rocha, San José, Tacuarembó, Lavalleja y Treinta y Tres. Asociaciones de vecinos y amigos de La Paloma, Maldonado, Chuy, La Coronilla, Cabo Polonio, Valizas, Aguas Dulces, La Esmeralda, Punta del Diablo, Atlántida, La Floresta, Salinas, y de toda la Ciudad de la Costa de Canelones, Oeste de Montevideo. Trabajadores, estudiantes, profesionales, jubilados, pueblos originarios y ciudadanos de todo el país.

EXIGIMOS:

Que paren la entrega de la tierra y los bienes naturales del país a la inversión extranjera que saquea nuestras riquezas, al igual que lo hacen en el resto de nuestro continente y del mundo, a dónde llevan proyectos avasallantes que priorizan el lucro por encima del interés general de la población, con lo que cosechan la dura resistencia popular con la que nos solidarizamos y sumamos.

Que sean previamente consultadas las comunidades afectadas directamente por los proyectos de inversión que interfieren en nuestras actividades productivas y nuestras formas de vivir.

Que sea informada y consultada ampliamente toda la ciudadanía de las decisiones que involucren cambios sustanciales del modelo y la matriz productiva del país.

Que el estado uruguayo ratifique a la brevedad el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes que expresa: “… los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y cultural”.

¿POR QUÉ HACEMOS ESTA EXIGENCIA?

Porque a más de 500 años del desembarco de los invasores europeos, sigue el colonialismo apropiándose de nuestras tierras y bienes naturales.

PORQUE a 200 años de la supuesta independencia, continúan con el SAQUEO.

Porque a manos del Plan IIRSA, la UNASUR y el COSTAPLAN se ha permitido por parte de todos los gobiernos de América la extracción y el saqueo de los bienes de estos territorios. Negocios gigantes para las multinacionales de la constante conquista de nuestro continente, y por otro lado la resistencia de puebladas como las de Cochabamba en Bolivia, Bagua en Perú, Aysén en Chile, Belo Monte en Brasil, Cajamarca en Perú, Catamarca en Argentina, y más.

PORQUE AVANZA LA POLÍTICA DE CONCENTRACIÓN Y EXTRANJERIZACIÓN DE LA TIERRA

Esta política se avala con la ley de ordenamiento territorial que se manifiesta bajo distintas formas en diferentes zonas del país. Las empresas forestadoras y fabricantes de celulosa ocupan más de un millón de hectáreas.

Solo la firma Montes del Plata, de capitales chilenos y suecos, posee hoy 250.000 hectáreas, es el mayor latifundio del país. Otro millón de hectáreas ocupan los monocultivos de soja en expansión. Decenas de empresas como Aratirí andan detrás de nuestros minerales.

Hay tres millones y medio de hectáreas pedidos por las mineras, que se expanden por la Ruta 7, llegan al cerro de Vichadero, aparecen en lugares tan distantes como San José y en Rocha.

La cuarta parte del territorio nacional quedaría en manos de empresas mineras. En Canelones se manifiesta con aumentos abusivos de contribución inmobiliaria y la privatización – extranjerización del Parque Roosevelt.

PORQUE EXPULSAN AL TRABAJADOR RURAL Y AL PRODUCTOR FAMILIAR

La producción de alimentos va siendo sustituida por monocultivos de eucaliptos, pino y soja para ser exportados como simples materias primas. Y ahora pretenden ocupar también grandes áreas para la extracción a cielo abierto de oro y hierro dejando miles de hectáreas destruidas.

Cuanto más tierra se le entrega a las multinacionales, más se agudiza la expulsión de los productores familiares, con la carga de frustración, éxodo de jóvenes y disgregación familiar. Junto a este drama social, se pone en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria. En algunas zonas por la presión del uso de suelo para el acopio de las industrias, han convertido zonas rurales en depósitos de contenedores.

El Instituto Nacional de Colonización se ensaña con un modesto colono, NEY THEDY, símbolo de la lucha por la tierra en Bella Unión, uno de los fundadores en los años 60 del sindicato UTAA que, con Sendic a la cabeza, promovieron las históricas marchas cañeras. Mientras que a Thedy, que ha hecho todos los esfuerzos para cumplir con las obligaciones financieras, se lo despoja de un pedazo de tierra trabajado con sus propias manos por 20 años, a otros se les conceden amnistías, refinanciaciones y prerrogativas de todo tipo.

Recientemente en Valentines, una oferta tentadora de Aratirí, llevó al desalojo de la familia Presa-Perugorría, productores pecuarios que se sumaron a la lista de expulsados del campo para ceder tierra a una minera.

Pero esto es solo el comienzo, pues en Cerro Chato, Valentines, Santa Clara de Olimar, Tupambaé y otros lugares, de aprobarse los planes de Aratirí y otras empresas, serán más de 400 familias rurales expulsadas de sus tierras para que las mineras hagan su negocio y esos campos queden después inutilizables.

En Rivera están perforando el cerro de Vichadero al lado del poblado de 3.300 personas que viven la angustia de no saber cuál será su destino si se instala una explotación minera en el lugar.

La zona costera y rural de Montevideo Oeste está siendo transformada en un polo de industrias y logística cambiando drásticamente su perfil, identidad y estructura del territorio. En Valentines anuncian el realojamiento de toda la población para hacer posible un emprendimiento minero

PORQUE LOS MEGAPROYECTOS EXTRACTIVOS CONTAMINAN Y DESTRUYEN GRAVEMENTE

Aratirí dejaría los suelos destruidos por cráteres de varios cientos de hectáreas de superficie y 400 metros de profundidad, a lo que se agregan depósitos de estériles que ocupan miles de hectáreas y que contaminarán suelos, aguas superficiales y subterráneas en varios kilómetros alrededor.

Aratirí se propone además detonar unas 115 toneladas diarias de explosivos que emitirán gases peligrosos para la salud y producirán niveles de ruido incompatibles con otras actividades humanas. El consumo y contaminación de volúmenes gigantescos de agua, el desvío del río Yí y varios arroyos, representan una alteración inadmisible de las condiciones de vida de los pobladores de la región que ni siquiera han sido consultados al respecto

La empresa San Gregorio, en Minas de Corrales, está extrayendo oro con cianuro, técnica prohibida en varios países por la inevitable contaminación.

La misma minera quiere extraer oro en predios de Rocha y San José, donde ya hubo un grave accidente de derrame en un dique de relave que puso en riesgo el agua potable a los habitantes de la zona que es la que produce la cuarta parte de la leche y el 53% de los quesos del país, producción terriblemente amenazada por la minería. También están amenazados lugares emblemáticos como Quebrada de los Cuervos en Treinta y Tres y Villa Serrana en Lavalleja.

Los monocultivos de árboles para la fabricación de celulosa se extienden en forma indiscriminada, consumen grandes volúmenes de agua afectando a las producciones vecinas y ocupan las mejores tierras del país, que quedarán inutilizadas.

Nadie puede negar que el sector forestal destroza suelos, ofrece pocos empleos de mala calidad y baja remuneración, y no deja ganancias para el país, pues su aporte ni siquiera cubre los gastos que genera la demolición de nuestras rutas nacionales por el constante paso de sus camiones, por lo que las forestales gastan más de lo que aportan.

La siembra continua de monocultivos de soja agota la fertilidad de la tierra y recurre a enormes cantidades de agrotóxicos que contaminan suelos y cursos de agua.

Utilizan herbicidas e insecticidas, prohibidos en Europa desde hace años por contaminar el agua, ser altamente residuales, mutagénicos y cancerígenos. Bella Unión, Guichón y el Sauce vienen sintiendo el impacto en la salud humana de las fumigaciones indiscriminadas, que no respeta ni siquiera las escuelas rurales, como un reciente hecho lamentablemente registrado en Paysandú, lo confirma.

Regasificadora, puerto en Puntas de Sayago, Clúster naval, cambios en el uso del suelo se realizarán en Montevideo Oeste sin un estudio del impacto acumulado de tales transformaciones, las que ocasionarán impactos irreversibles en la zona rural y costera

PORQUE TAMBIÉN DESTRUYEN LAS BELLEZAS Y EL TURISMO DE LA COSTA DE ROCHA

Pretenden sacrificar los ambientes naturales privilegiados de la costa oceánica y el turismo, que aporta crecientes ingresos al país situándose como el rubro que más ingresos produce y mejor democratiza las ganancias, ya que da trabajo y rentabilidad a mucha gente, para la construcción de unos megapuertos de hierro y madera cuya finalidad es exportar en la mayor escala y con la mayor rapidez las materias primas y riquezas naturales del Uruguay y los países vecinos, actividad que no democratiza ingresos sino por el contrario, distribuye en forma perversamente desigual.

Estos megapuertos son el complemento de las actividades extractivas que pretenden desarrollar, pero implican la destrucción del paisaje y el patrimonio cultural de esa zona, así como el desplazamiento definitivo de las actividades tradicionales de turismo y pesca de que viven sus pobladores.

Al respecto, no podemos dejar de mencionar el triste episodio de represión policial contra vecinos de La Paloma que protestaban pacíficamente y fueron detenidos por la guardia metropolitana.

Este, sin embargo, parece ser solo un ejemplo de lo que se viene, pues es evidente que el gobierno tiene el garrote pronto para reprimir al pueblo y defender los intereses de las multinacionales, cosa que nos llena de vergüenza y de indignación.

Así quedó de manifiesto hace pocos días en la rural del Prado cuando se impidió a una productora rural lucir una camiseta con una leyenda a favor de la ganadería y el país productivo y en contra de la megaminería.

Este hecho contrasta vergonzosamente con la propaganda descarada de Aratirí auspiciando el Congreso Nacional de Ediles, hace también pocos días aquí en Montevideo, cosa que denunciamos como absolutamente reñida con el rol fiscalizador que deben cumplir las Juntas Departamentales.

En los últimos años mediante 3 proyectos de ley, el gobierno ha intentado pasar a manos privadas más de 2000 hectáreas de tierras públicas ubicadas entre Cabo Polonio, Valizas y Aguas Dulces.

Los últimos frentes de costa sobre el Océano Atlántico están a punto de ser perdidos para siempre. No decimos esto en contra del Instituto de Colonización, sino a favor de mantener el PATRIMONIO PÚBLICO DE TODOS LOS URUGUAYOS

PORQUE EL PAÍS PUEDE Y DEBE ASEGURAR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA

Mientras el hambre persiste en Uruguay y aumenta en el mundo, nuestra bendición de clima, tierras fértiles y agua DEBERÍA PERMITIRNOS GARANTIZAR LA SEGURIDAD Y LA INDEPENDENCIA ALIMENTARIA DEL PAÍS Y, AL MISMO TIEMPO, CONTRIBUIR A ABASTECER A OTROS PAÍSES QUE CARECEN DE ESTAS RIQUEZAS.

El agua dulce, superficial y subterránea que recorre nuestra tierra está en peligro ante tantos mega-proyectos contaminantes.

Los gobiernos deben obedecer el mandato de la reforma constitucional del agua de 2004, que les mandata cuidar el agua y para ello deben constituirse en todo el país los Comités de Cuenca con participación directa del pueblo.

Se está pretendiendo desacatar la clara disposición del artículo 47 de la Constitución de la República que garantiza el acceso al agua para consumo humano como prioridad, al autorizar proyectos que ponen en riesgo el suministro a la población.

PORQUE ESTÁ EN JUEGO LA SOBERANÍA Y LA INDEPENDENCIA DEL PAÍS

Desde 1985, todos los gobiernos han firmado TRATADOS DE PROTECCIÓN DE INVERSIONES para eximir de impuestos a los capitales especulativos, cederles puertos privados, zonas francas y marginar a la justicia uruguaya de la resolución de los conflictos.

Como si esto fuera poco, se agregan CONTRATOS DE INVERSIÓN ilegales, como el firmado por el gobierno y Montes del Plata, donde pretendían mantener en secreto ventajas económicas que no tienen los uruguayos, junto a la violación de leyes sociales y ambientales del país.

Al respecto queremos reconocer expresamente al Fiscal Enrique Viana, que fue quien logró que ese contrato saliera a luz, y con su incansable labor, está defendiendo la Constitución y la Leyes de este país, presentando recursos que dejan en evidencia el proceder ilegal de los cómplices del saqueo.

PORQUE LA CIUDADANÍA DEBE SER INFORMADA, CONSULTADA Y ES QUIEN DEBE DECIDIR.

Hablan de un cambio en la matriz productiva del país, cuando en realidad se trata de sustituir actividades productivas sustentables por negocios extractivistas que causan daños irreparables.

Se negocia un modelo de explotación minera que no fue propuesto en el programa de gobierno de ningún partido político en las pasadas elecciones, por lo que carece de la autorización ciudadana.

Para introducir un cambio social, económico, ambiental y cultural de esas dimensiones, la sociedad debe ser informada y consultada ampliamente para tomar la decisión definitiva.

POR ESO REAFIRMAMOS: EL AGUA, LA TIERRA, LOS BIENES NATURALES, NO SON UNA MERCANCÍA MÁS.

LA TIERRA ES DE TODOS, de ella vivimos, ella nos da un lugar en este mundo y queremos vivir en armonía con ella.

¡NO A LA MEGAMINERÍA A CIELO ABIERTO! ¡NO A ARATIRÍ!
¡NO MÁS ENTREGA DEL TERRITORIO A LOS GRANDES CAPITALES SAQUEADORES!
¡NO A LAS PLANTACIONES INDISCRIMINADAS DE EUCALIPTOS Y PINOS!
¡NO A LOS MONOCULTIVOS INSUSTENTABLES DE SOJA TRANSGÉNICA!
¡NO AL USO ABUSIVO DE AGROTÓXICOS Y DE PRODUCTOS PROHIBIDOS QUE ENVENENAN SUELOS Y CURSOS DE AGUA, AFECTANDO LA SALUD HUMANA!
¡NO MÁS EXPULSIONES DE LA TIERRA! ¡TIERRA SÍ, PARA EL QUE LA HABITA, LA CUIDA Y LA TRABAJA! ¡DEVOLVER AL COMPAÑERO NEY THEDY SU PEDAZO DE TIERRA! ¡IMPEDIR QUE LA MINERÍA DESALOJE FAMILIAS GANADERAS COMO ESTÁ SUCEDIENDO PARA FAVORECER LOS INTERESES DE ARATIRÍ!
¡NO A LOS CONTRATOS CONFIDENCIALES QUE CONDICIONAN AL PAÍS Y A LAS GENERACIONES FUTURAS Y SE SOMETEN A TRIBUNALES FORÁNEOS!
¡NO A LA VENTA DEL PADRÓN 1645 ENTRE VALIZAS Y AGUAS DULCES!
¡NO AL SAQUEO EN LA CONTRIBUCIÓN INMOBILIARIA QUE EXPULSAN A LOS SECTORES MAS POBRES DE CANELONES!

Pero no todo es “no”. Al decir “no” a políticas contrarias a los intereses nacionales, también decimos “si” a las que los fomentan

¡SI AL DESARROLLO RESPONSABLE EN EQUILIBRIO CON LOS BIENES NATURALES!
¡SI A LA PROTECCIÓN Y EL DESARROLLO DE LA PESCA ARTESANAL Y EL TURISMO EN LA COSTA OCEÁNICA Y EL RÍO DE LA PLATA!
¡SI A LA APICULTURA, LA GANADERÍA, LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS DE PRIMERA CALIDAD!
¡SI A LOS TRABAJADORES RURALES Y LOS PRODUCTORES FAMILIARES AFINCADOS EN LA TIERRA! ¡SI AL REGRESO DE LA FAMILIA RURAL A SU MEDIO Y CADA VEZ CON MEJORES CONDICIONES DE VIDA!
¡SI A LA CONSULTA PREVIA, LIBRE E INFORMADA, DE LAS COMUNIDADES!
¡SI A UN PAÍS UNIDO, SIN FALSAS SEPARACIONES ENTRE INTERESES URBANOS Y RURALES!
¡SI A LA AUTONOMÍA ECONÓMICO-FINANCIERA Y LA PARTICIPACIÓN REAL DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES EN LOS PROYECTOS DE INVERSIÓN!

Por último, en vísperas de un nuevo aniversario del inicio de un proceso colonialista de dominación y saqueo, reivindicamos nuestro derecho a decidir qué país queremos para nosotros y para las generaciones que vendrán.

Escuchen bien gobernantes, escuchen bien instituciones financieras que recetan neoliberalismo, capitales especulativos que lucran con nuestra riqueza: este pueblo es soberano y merece respeto. Tengan por seguro que estamos plantados en la defensa de nuestro territorio.

¡NO NOS DEJAREMOS ROBAR NUESTRO DESTINO!

Como dijo Artigas:
¡NO VENDERÉ EL RICO PATRIMONIO DE LOS ORIENTALES
AL BAJO PRECIO DE LA NECESIDAD!

¡Ciudadanos somos nosotros! ¡Comunidad somos nosotros! ¡Pueblo somos nosotros!

Por eso con voz fuerte y firme convicción decimos a todos los compatriotas: es tiempo de defender lo nuestro sin claudicar de los más sagrados principios que no solo nos harán realmente libres e independientes, sino que pueden significar nuestra supervivencia ante la amenaza de exterminio que es la locura consumista.

Nuestra es la iniciativa, pues como también dijo Artigas:

“NADA DEBEMOS ESPERAR SINO DE NOSOTROS MISMOS”

Saludo desde Brasil

Carta del movimiento ambientalista de Río Grande del Sur en apoyo a la Marcha en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales de Uruguay:

La APEDEMA (Asamblea Permanente de Entidades en Defensa del Medio Ambiente del Estado de Río Grande del Sur, Brasil), que congrega 37 entidades ambientalistas del estado, manifiesta su apoyo a la Marcha Nacional en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales que se realiza este jueves, 11 de octubre, en Montevideo, por organizaciones sociales y ambientales de Uruguay.

Vemos con preocupación el proyecto de Aratirí-Zamin Ferrous, en el corazón del Uruguay, al igual que otros megaproyectos en el Estado de Río Grande del Sur y en Brasil, claramente insustentables, asociados a oligopolios de la minería trasnacional, en secuencia con los impactos crecientes de las megaplantaciones de árboles y del avance de la soja. Son actividades de alto impacto que amenazan a las culturas locales, al bioma Pampa y a la biodiversidad del Cono Sur, condenando a nuestros países a servir de exportadores de materias primas para los países centrales.

Por esta razón, nos solidarizamos con las manifestaciones de los movimientos ambientalistas y populares de Uruguay y de Brasil para detener el avance de estos proyectos que van contra la soberanía de nuestros pueblos, que no dialogan con las comunidades potencialmente afectadas y que cumplen una función perversa con respecto al medio ambiente y con los intereses de la sociedad actual y de las generaciones futuras.

APEDEMA
Porto Alegre, 11 de octubre de 2012.

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6 Respuestas a Acción multitudinaria

  1. gaucho dijo:

    Un saludo fraterno y solidario desde Nueva Zelandia.

    Nuetro pueblo sabe cumplir, la tierra es nuestra y para aquel que la trabaja. la unión derrotara a los monopolios, el combate continua , recuerden que Nueva Zelandia ha comprado las mas ricas tierras de nuestro pais por un valor de 300 dolares la hectarea para produccion de leche. la famosa Frontera, compania multinacional …., mira que bagatela, los gringos esta enloquecidos, encontraron una mina de oro, la tierra si no se da se ocupa.

    A derrotar al imperio

    la unidad crecera.

    el sentador

  2. Hugo Domatto dijo:

    Que alegria que nos dan, cuando todo el pueblo se moviliza es donde se obtienen los resultados, amigos uruguayos sigan asi que desde Gualeguaychu estamos con ustedes. Un abrazo muy fuerte en la distancia, Hugo

  3. Pingback: Acción multitudinaria | Nación Charrua Artiguista

  4. ojominero dijo:

    Inesperada multitud

    por Eliana Gilet (Semanario Brecha, 19/10/12)

    La marcha más populosa del año se produjo el jueves 11 de octubre. Fue
    convocada por organizaciones escasamente conocidas. Es fácil
    describirla sumando presuntas identidades: cañeros y estancieros,
    hippies desterrados del Cabo y gurises nacidos en asentamientos de
    Malvín Norte, entre otras. La clasificación podría ocultar el
    nacimiento de identidades nuevas.
    El centro hervía el jueves a las seis de la tarde. Una especie de
    furor transformado en apuro se reflejaba en las caras de los
    transeúntes, tanto como el sol que a esa hora se ubica entre las filas
    de edificios, recortando una perfecta silueta de la ciudad a los ojos
    de los que van para la Ciudad Vieja.
    En esa dirección, un par de motos de tránsito vienen cortando la mitad
    de la calzada. Y justo detrás aparece un enjambre de banderas de
    Artigas, flameando llevadas por un centenar de jinetes. Manejan sus
    caballos por 18 de Julio como si de bicicletas se tratase. En la
    uniformidad que presentan en sus ropas camperas se atisban
    diferencias: alternan las caras surcadas de arrugas profundas,
    quemadas por el trabajo al sol, con otras más tiernas, más jóvenes,
    debajo de iguales boinas y sombreros.
    Cada tanto se despachan con un grito, al que responden haciendo eco.
    Otro intenta largar al viento de octubre un ¡viva la patria! que no
    consigue adeptos, salvo por un veterano que cerca del cordón se
    enrosca en un refunfuño contra los «vende patria».
    Los que venían moviéndose por 18 de Julio y quedaron atrapados por la
    marcha que salió del Obelisco y viene llegando a Arenal Grande miran a
    los caballos como si nunca hubieran visto, como si un montón de sus
    parientes cuadrúpedos no formaran parte de la vida cotidiana de la
    ciudad. «Mirá qué lindos los tienen `ellos´», dice una mujer a la niña
    que tiene agarrada de la mano. Metros más atrás, como para terminar la
    comparación que dejó en el aire, viene un grupo de carritos tirados
    por sus caballos flacos de trabajo urbano, con un enjambre de gurises
    revoloteando alrededor. Un niño de unos 11 años reparte un panfleto
    medio mal cortado firmado por el Centro Barrial La Bombonera, de
    Malvín Norte. A sus espaldas el carro lleva un aviso «Tierra para
    vivir», y el papelito entregado argumenta en la misma línea: «También
    somos uruguayos. Tenemos los mismos derechos».
    El mar de gente que se desplaza por la avenida supera la capacidad
    visual. Un par de tractores va dejando paso a los grupos del interior
    del país que levantan pancartas caseras pintadas con letras
    irregulares: Tupambaé, Cerro Largo; Quinta Sección, Treinta y Tres;
    Caraguatá al norte, Tacuarembó, Puntas del Yi, Vichadero, Valentines.
    Un grupo de veteranos se empeña en recordar eso del patrimonio y el
    bajo precio de la necesidad. Grito al que un grupo de trabajadores que
    portan una bandera de utaa -trabajadores azucareros de Artigas-
    responde con otro: «Alerta que camina, la lucha por la tierra en
    América Latina».
    La marcha va haciéndose más joven y más colorida. Aparecen las
    bicicletas, los mates, algún vino. Éstos seguro son capitalinos
    porque no sienten la necesidad de decir de dónde son. Se alternan los
    que van con las caras pintadas, o con máscaras antigás, con uno que
    lleva un mundo alrededor del cuerpo con un cartelito que dice
    «vendido». Se mezclan con el negro impenetrable de la pancarta y las
    ropas de un grupo de anarquistas, y perdida en la multitud, la única
    bandera partidaria de esta movilización no logra reunir diez personas
    a su alrededor.
    Cerrando la marcha viene toda la camada de la costa atlántica: Aiguá,
    Valizas, La Paloma. Cada uno lleva un cartel, o una pancarta, o una
    remera pintada a mano.
    Así de heterogénea fue la III Marcha Nacional en Defensa de la
    Tierra, exactamente un año después de la segunda, y habiendo crecido
    exponencialmente en cantidad de participantes. Una de las
    movilizaciones más populosas que ha visto la capital en los últimos
    años. Un movimiento nuevo, del que no participa orgánicamente ninguna
    de las organizaciones históricas del movimiento popular, ni de obreros
    ni de estudiantes.
    «¿Pensás que toda esa gente pueda estar de acuerdo en un mismo
    reclamo?», preguntó un periodista descreído. Cuatro palabras que iba
    repitiendo un audio al comienzo de la marcha aportan la clave tras la
    que se estructura el nuevo movimiento: «cultura, autodeterminación,
    territorio, identidad». Así, se han aunado distintas resistencias
    populares a diversos proyectos -la megaminería y Aratirí, el puerto de
    aguas profundas, el avance de la celulosa y los cultivos transgénicos-
    que vienen modificándole la cara al país que está más allá de
    Montevideo. Proyectos que según entienden los manifestantes forman
    parte de «un modelo», cuya disputa tiene como centro el uso y la
    propiedad de la tierra.

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